Nuestros Vecinos y las personas que conocemos a menudo en nuestra tienda de abarrotes o cafetería local nos anclan en el mundo y nos dan la sensación de ser parte de una comunidad. Las personas que nos ayudan a pasar el día le dan sabor a nuestra vida, permitiendo experiencias e información que de otra manera no hubiéramos tenido.
En medio de una pandemia que ha roto temporalmente nuestras conexiones físicas y ha puesto a prueba los límites de nuestras conexiones virtuales, permanecer conectados con los demás sigue siendo el eje de nuestra salud física y emocional, y de la salud general de nuestra sociedad, especialmente durante los tiempos oscuros. .
Y en ninguna parte la conexión es más importante que en el propio vecindario. La salud comienza donde vivimos, aprendemos, trabajamos y jugamos, entre personas que comparten nuestra comunidad y cultura. Cuánto tiempo y qué tan bien vivimos está determinado no solo por nuestro comportamiento personal, sino por nuestras relaciones sociales y nuestro entorno físico. Los vecinos son las personas que pueden afectar positivamente los aspectos más importantes de nuestras vidas, sentando las bases para una mejor salud, mayor seguridad y orgullo comunitario en general, entre otras cosas.
Sabemos que los vecindarios socialmente cohesionados pueden influir positivamente en el bienestar de sus residentes; varios estudios han encontrado asociaciones entre la cohesión del vecindario y la mejora de la salud física y mental. Los estudios también han demostrado que los residentes de vecindarios socialmente cohesionados pueden tener más probabilidades de trabajar juntos para lograr objetivos comunes (por ejemplo, buenas escuelas, espacios públicos más limpios); para intercambiar información (por ejemplo, recursos para el cuidado de niños, vacantes laborales); y mantener controles sociales informales (por ejemplo, desalentar el crimen).
Los vecindarios y los buenos vecinos nos mantienen comprometidos y necesarios. Al hacerlo, los vecinos y las comunidades nos dan una buena razón para levantarnos de la cama cada mañana para participar en nuestra comunidad y estar al servicio de sus miembros.
Un círculo de confianza
Las personas que viven en comunidades conectadas se apoyan entre sí, comparten información confiable y fácilmente procesable y, a menudo, se motivan entre sí para adoptar mejores hábitos de vida. Mantener conexiones sociales con nuestros vecinos puede ayudarnos de muchas maneras, que incluyen:
Iaumentar cconfianza y autoestima. Las personas que informan sentirse solas a menudo muestran una menor confianza y autoestima. Pasar tiempo con aquellos con quienes está familiarizado y cuya compañía disfruta puede aumentar la confianza y mejorar la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
Logra un mayor sentido de propósito. Pasar tiempo con los vecinos nos ayuda a sentirnos útiles y a que nuestra vida tiene un propósito mayor. Cuando tenemos algo que hacer, un lugar al que ir y alguien que cuenta con nosotros, nos sentimos bien. Cuando los demás cuentan con nosotros, es más probable que nos cuidemos y nos mantengamos saludables durante el mayor tiempo posible.
Cultivar la resiliencia. Ante dificultades o adversidades, socializar con los vecinos puede ayudar a las personas a perfeccionar habilidades que pueden reducir el estrés y recuperarse de los contratiempos.
Adopta hábitos saludables. Comprometernos con personas que nos modelan y nos alientan a mantener hábitos saludables o alcanzar objetivos desafiantes de estilo de vida nos ayuda a mantenernos conscientes de nuestra alimentación, ejercicio y otros hábitos relacionados con el estilo de vida.
Vivir más tiempo. Los estudios muestran que la soledad es un factor de riesgo de deterioro funcional y muerte, especialmente en personas mayores. Mantenerse social y conectado con los demás no solo puede extender la duración de nuestra vida, sino también la calidad de la misma.
Los círculos comunitarios de confianza forman la base de nuestro trabajo en Wider Circle. Unimos la salud y otros recursos a nivel local, lo que facilita que los vecinos se cuiden unos a otros. Nuestro objetivo es hacer de los vecindarios lo que solían ser: personas que se cuidan unas a otras de una manera orgánica y significativa que, en última instancia, los capacita a todos para que sean más proactivos con respecto a su bienestar.
